Pum ¡¡¡...........esto es un atraco 2ª parte

     Aquel era un mostacho digno de un guardia civil de los de antes, de los de la época de Franco, un mostacho que imbuía de poder a su poseedor, en este caso poseedora; pero ella no era guardia civil, ni siquiera era policia local, simplemente era una chica de barrio con un terrible problema hormonal. Como he dicho tenía un buen bigote, cada vez me acercaba para besarla sentía su punzada lasciva en mi cara barbilampiña por aquel entonces, que escándalo, que oprobio, que.........que cosa tan poco natural, que tu novia tenga más bigote que tu. Yo por no tener casi no tenía ni barba en aquellos tiempos, pero ella.........ella me raspaba los labios cada vez que nos besábamos, la cara, el cuello y nada más por que a mi me daba miedo saber que habría debajo de sus ropas, si lucía aquella terrible cama de un faquir en su labio superior, !!!que me esperaría en su pecho ¡¡¡; por que no es que tubiese sólo pelo debajo de las fosas nasales, !no¡, también los brazos eran peludos, casi tanto como los míos hoy día; en las piernas también tenía pelo, menos mal que iba casi siempre de pantalones, pero un día la vi con faldas y a lo loco, es decir, sin medias, ese día fué uno de los más traumáticos de mi vida de adolescente, pero sólo fué un día.......!menos mal¡, en aquel momento supe que esa relación no tendría demasiao futuro.

    Ella ansiaba los placeres de la carne y no de la carne asada, no ansiaba comerse un buen churrasco como se podría pensar, lo que ella quería transgredía las leyes de la decencia y de la moral de cuando yo era mocito. Aquella chica deseaba que nuestros cuerpos se conociesen y reconociesen, quería que la hiciese sentirse mujer, pero si he de ser sincero, a mi me daba miedo, sentía pavor de que al sentir su cuerpo libre de la carcel de sus ropas lo encontrase preso de la carcel de sus......!!! PELOS ¡¡¡ y esa imagen en mi cabeza era algo tan sobrenatural como el parto de Alien. Pero el día D llegó, el momento fatídico en que yo a pesar del miedo latente en mi cuerpo vencí su fuerza y..............le metí mano, por debajo de su blusa y sujetador toqué lo que todos los chicos de aquella edad ansían tocar y saborear, !!sus pechos¡¡.